INFOCIEGOS

Los ciegos y la lectura

En primer lugar, hay que recalcar que cuando los ciegos leen en Braille, no se detienen para contar los puntos, sino que deslizan rápidamente los dedos renglón por renglón; con esto, un buen lector ciego podría llegar a leer más de 100 palabras por minuto.
También existen imprentas Braille que editan libros cuyas páginas generalmente están escritas por ambas caras, pero aún así, los libros suelen ser voluminosos y generalmente de varios tomos. Para reducir la extensión de los textos, se usa la Estenografía, que es una manera de escribir mediante abreviaciones y contracciones.
Asimismo hay bibliotecas, de las que los ciegos se sirven para leer o prestarse libros.
Son muchos los videntes que aprenden el Braille, pero muy pocos logran leerlo con los dedos. Para leer en Braille suelen valerse de la vista; pero se hace muy complicado, sobretodo cuando las páginas están escritas por ambos lados, pues cuando uno visualiza los puntos de una cara de la hoja, también percibe los puntos del reverso y puede experimentar una notoria confusión.

Puesto que no hay libros en Braille en gran cantidad, hay centros especializados donde se lee a los ciegos en voz alta cualquier libro impreso en escritura normal.
También existen los llamados «libros hablados», los cuales son casetes en los que se ha grabado una obra leída en voz alta.
Asimismo, hay softwares para ciegos, tales como el JAWS, que hacen posible que lo que se lee o escribe en la computadora pueda oírse por los parlantes gracias a una voz sintetizada. De esta manera, los ciegos ahora pueden utilizar sistemas operativos como Microsoft Windows en sus versiones diversas, y pueden tener acceso a Internet sin ninguna ayuda.
También pueden escanear libros al disco duro de una computadora y luego pueden oír los textos mediante el JAWS y otros programas especiales.
Como dato adicional, diremos que muchos ciegos que asisten a colegios o universidades no toman notas utilizando el Braille, sino que llevan una grabadora digital en la que registran todo lo que el profesor explica y luego escuchan la grabación. Esto es práctico en muchos casos, pero aun así, el aprendizaje del Braille es necesario, pues gracias a este sistema los ciegos cuentan con una verdadera escritura alfabética que ha hecho posible que dejen de ser considerados analfabetos.